NADIA BARKATE 1.06 / 20.07.2018
COMERSE UN DÍA Y CAER DE ESPALDAS, COMO UN INSECTO QUE SUFRE UNA EMOCIÓN FUERTE
COMERSE UN DÍA
Hay momentos del día que no son hoy. Si tuviera que describir el lujo interior, en el que planteo el orden y las relaciones, sólo podria aludir a la falta de empatía que le aplico a todo lo que no sea la alegría del momento, que por cierto puede haber cambiado de esta cosa a esta otra, el instante después. Pero a quién le importa, si creyese que cada intento es una verdad tendría problemas de verdad.
Hablando con mi trabajo: si hubiera algún momento de hoy en el que me he perdido algo que iba a cierta velocidad, tendrías que reprochármelo, pero has cambiado de tema. Si mi pereza tuviera rostro sería un personaje olímpico, comprimido y altamente desorientado, que anda subiéndose por las paredes hasta que la pared le da. Lo que ha ocurrido es que esto se me ha escapado, esto otro me ha salpicado en los ojos y esto otro te lo paso como si fuera cualquier cosa, o bien, si no dudo, te lo pongo de regalo.
Por suerte, olvido fácil las obligaciones, ya que dispongo de unos cuantos recipientes y licores para hacer combinados hasta que pueda ver las cosas como son, y luego si eso, lo cuento como es.
CAER DE ESPALDAS
Escultura dibujante, indiferente,
vista.
Piedra grande, pequeña piedra.
Material dispuesto a dialogar.
Hacer-creyente.
“Toma esta piedra que no había (…) ahora rompe tu soledad”
“lo único que la rompe”
Fuerza ignorante.
“Toma estas palabras que modelé en oro y que adorné con aljófar”
Perla irregular.
Zonas íntimas, lenguaje del arte.
Lo manual, lo manual.
Entre todo lo que hiciste, bricolaje.
Modelar.
Impronta, esqueleto,
atrevimiento.
Decisión.
Cabo suelto.
Idea de pena.
Lux Interior I, II, III,
Dinastía del faraón significante.
Una broma.
No ficción.
Hay momentos del día que no son hoy. Si tuviera que describir el lujo interior, en el que planteo el orden y las relaciones, sólo podria aludir a la falta de empatía que le aplico a todo lo que no sea la alegría del momento, que por cierto puede haber cambiado de esta cosa a esta otra, el instante después. Pero a quién le importa, si creyese que cada intento es una verdad tendría problemas de verdad.
Hablando con mi trabajo: si hubiera algún momento de hoy en el que me he perdido algo que iba a cierta velocidad, tendrías que reprochármelo, pero has cambiado de tema. Si mi pereza tuviera rostro sería un personaje olímpico, comprimido y altamente desorientado, que anda subiéndose por las paredes hasta que la pared le da. Lo que ha ocurrido es que esto se me ha escapado, esto otro me ha salpicado en los ojos y esto otro te lo paso como si fuera cualquier cosa, o bien, si no dudo, te lo pongo de regalo.
Por suerte, olvido fácil las obligaciones, ya que dispongo de unos cuantos recipientes y licores para hacer combinados hasta que pueda ver las cosas como son, y luego si eso, lo cuento como es.
CAER DE ESPALDAS
Escultura dibujante, indiferente,
vista.
Piedra grande, pequeña piedra.
Material dispuesto a dialogar.
Hacer-creyente.
“Toma esta piedra que no había (…) ahora rompe tu soledad”
“lo único que la rompe”
Fuerza ignorante.
“Toma estas palabras que modelé en oro y que adorné con aljófar”
Perla irregular.
Zonas íntimas, lenguaje del arte.
Lo manual, lo manual.
Entre todo lo que hiciste, bricolaje.
Modelar.
Impronta, esqueleto,
atrevimiento.
Decisión.
Cabo suelto.
Idea de pena.
Lux Interior I, II, III,
Dinastía del faraón significante.
Una broma.
No ficción.
En la práctica de Nadia Barkate (Bilbao, 1980) está presente una voluntad narrativa que vincula las experiencias cotidianas, lo manual y la palabra. Sus imágenes, gráficas y escultóricas, configuran un tiempo íntimo al margen de la interpretación, donde la composición quiere ser una experiencia absorbente.