MARTÍN VITALITI
Las obras de Martin Vitaliti (Buenos Aires, 1978) operan en un régimen de representación aparentemente literal: a través de una combinación de prácticas simples y reiteradas, se apropia una anécdota narrativa tal y como es contada a través de los recursos gráficos del cómic para volverla real. Por una parte, una serie de operaciones de análisis bien precisas le proporcionan esquemas formales también concretos; por otra, aplica estos a unos materiales de origen que responden a un código lingüístico determinado. Los procesos de análisis con repercusiones formales se inscriben en el marco de una técnica artística que interviene por medio de la substracción –el recorte, la anulación, la desaparición- y la adición –la yuxtaposición, la superposición, la ocultación. Cuando el repertorio de posibilidades estilísticas determinadas se aplican sobre un material de origen con un estilo bien codificado como el cómic, se produce un doble nudo, una sujeción paradójica a partir de dos fuerzas de tensión contraria. El significado se produce en la tensión de ese supuesto vacío entre dos marcos codificados que se señalan, se revelan, se enmarcan el uno al otro en un bucle tautológico, como un espejo tendido sobre la representación.
Las obras de Martin Vitaliti (Buenos Aires, 1978) operan en un régimen de representación aparentemente literal: a través de una combinación de prácticas simples y reiteradas, se apropia una anécdota narrativa tal y como es contada a través de los recursos gráficos del cómic para volverla real. Por una parte, una serie de operaciones de análisis bien precisas le proporcionan esquemas formales también concretos; por otra, aplica estos a unos materiales de origen que responden a un código lingüístico determinado. Los procesos de análisis con repercusiones formales se inscriben en el marco de una técnica artística que interviene por medio de la substracción –el recorte, la anulación, la desaparición- y la adición –la yuxtaposición, la superposición, la ocultación. Cuando el repertorio de posibilidades estilísticas determinadas se aplican sobre un material de origen con un estilo bien codificado como el cómic, se produce un doble nudo, una sujeción paradójica a partir de dos fuerzas de tensión contraria. El significado se produce en la tensión de ese supuesto vacío entre dos marcos codificados que se señalan, se revelan, se enmarcan el uno al otro en un bucle tautológico, como un espejo tendido sobre la representación.
The works of Martín Vitaliti (Buenos Aires, 1978) operate as an apparently literal form of representation: using a combination of simple, repeated practices, he appropriates a narrative anecdote exactly as it is told through comic-book graphics and turns it into something real. For example, in one of his pieces Superman pulls on the page that depicts his cartoon body, taking his actions outside the frame of the panel and transferring them on to the paper itself. On the one hand, a series of precise analyses provides him with a range of equally specific formal conceptions; and on the other, he applies these to various original materials that conform to a given linguistic code. Analytical processes with formal repercussions correspond to an artistic technique that involves subtraction - reduction, erasure, disappearance - and addition - juxtaposition, superimposition, concealment. In other words, registers that can be ascribed to what we call collage. When the collage’s repertoire of stylistic possibilities is applied to an original material like the comic strip, with its own welldefined stylistic code, a dual nexus emerges, a paradoxical bond forged by two opposing forces. The meaning emerges in the tension of that supposed void between two coded frameworks that identify each other, reveal themselves and overlap in a tautological loop, like a mirror hung in the middle of the representation.