JAVIER PEÑAFIEL Pánico esnob 30.01.2015 / 14.03.2015
Pánico esnob. Javier Peñafiel 2015 Cuadernos liberados, una exposición de dibujos dramatizados en interferencia con objetos. Javier Peñafiel desarrolla la investigación Egolactante desde 1997; la ha planteado siempre como una agencia y agenda críticas de la cultura selfista presentándose de muy diversas formas: como pancartas y señalética urbanas en Barcelona-Metrónom, México DF-Laboratorio Alameda y en Terrassa- OPIS municipales; ha sido también una web premonitoria de las redes sociales y sus polifonías narcisistas durantela primera etapa de www.egolactante.com (2004-6); fue una banda diseñada, en el suplemento Culturas del periódico La vanguardia, en 2007; como personaje encarnado en muchas conferencias dramatizadas, como en el MAC- Santiago de Chile, Cirilo Armstrong- Valparaíso, 28 bienal de Sao Paulo, entre otros lugares; así como en distintas exposiciones, entre las que destacamos: Dors profús, Voz entre líneas, Egolactante en pérdida y No verbal, todo por escrito, ambas con la Galería Joan Prats. A Egolactante le continúa sorprendiendo ver cómo los adultos se resisten de todas las formas posibles a perder la infancia, mientras que, los niños, la pierden prematuramente. Egolactante parodia las figuras culturales de la historia criminal del pensamiento y le aterra la sustitución de la identidad por el diagnóstico, en nuestras sociedades medicalizadas somos víctimas de diagnóstico. En pánico esnob, la preocupación está en cómo compartir un humor exento de cinismo. El proyecto selfista-nihilista-neoliberal construye sociedades de clientes a los que su propia risa les ha partido la boca; en palabras de Javier: cuando el humor nos desplaza de lugares aprendidos, nos inhibe de la norma y nos sobre entiende, el humor comunica emancipando. Los distintos dibujos escritos y textos dibujados que presenta en la galería están dramatizados con una delicada artificialidad, unidos a la pared mediante imanes distintos, en equilibrios particulares. Su intimidad es material. En casos como la serie Narra ropa, el papel ha sido tocado de tal manera que se ha deformado por la presión y estiramiento, pero nunca digitalmente. En pánico esnob se insiste en negar el laboratorio digital y preferir el tacto, la incisión y el corte. Todo actúa en interferencia con unos objetos que son documentales. Esta es la idea de liberar cuadernos, de arrancar y pesar páginas, de partir la risa dramatizando humor y desdramatizando amor. Tenemos algunos antecedentes por citar como las presentaciones de dibujos como anuncios de calle, con textos arrancables, tal como sucedió en el proyecto Istmo- Galería Vermelho en Sao Paulo en 2003 y en La Rada- Locarno en 2006; o más recientemente en el proyecto Sala d’Aspetto- Milano 2015 junto a Lavinia Marinotti. Pánico esnob dibuja el tipo de miedo que reconocemos en la sociedad de la pobreza inducida. Aparecen patologías nuevas, como las dolencias iatrogénicas, que suceden de pasar de un extremo consumir a no poder hacerlo; Rosa Luxemburg, en 1898, advertía que el problema no era la deuda sino el crédito. Una de los textos recortados de Javier dice: deuda acreditada. Hoy coexisten dinámicas en conflicto abierto: el austericidio y el decrecimiento, la visibilidad y la transparencia, la multitarea y la hibridación, la aceleración propositiva y el pasivo agresivo de toda la vida. En la exposición Javier ha dibujado repetidamente la palabra oxímoron acentuada de distinta manera: oxímoron y oximorón; para él se trata de los hermanos gemelos de la madre contradicción. Así mismo, el cartel producido por etHALL, se hace cargo de ironizar un problema hereditario: Hija Padre; también podría haber sido la otra posibilidad Hijo Madre. Si Narciso y Edipo son la doble moneda y Telémaco está sobrevalorado, vamos a darle resplandor a las sombras familiares para reconocer los numerosos papeles reversibles. El tipo de humor y ¡de sentido! preferido de Javier es de un suave hermetismo, por abrir, sin pereza. Bromeando en serio, hemos pasado de la vida es puro teatro (donde lo dramático nos transformaba) a la vida es pura terapia (donde lo melodramático nos ocupa) y eso no ayuda a protestar. Así, deseo, una y otra vez, escribir y dibujar sobre sentidos y seducciones adhesivas desde la extravagancia de lo que conocemos como soledad separada a la alegría del estar coitados entre muchos. Nota: Javier utiliza el término coitados, que en castellano hablaría de unión pero que en portugués significaría pobrecitos. Javier Peñafiel agradece la colaboración de Agnès Font, Lavinia Marinotti, Daniel González y la galería Joan Prats. |