IGNACIO SÁEZ ALBATROS 14.01 / 27.02.2016
Con una larga trayectoria, Ignacio Sáez es un referente para sucesivas generaciones de artistas del País Vasco. Su influencia se sustenta en la realidad creativa de una comunidad artística diferenciada de las particulares tendencias que definen la actualidad.
En la profundidad espacial de sus dibujos se superponen tramas y velos que hacen de intermediación entre la realidad plana de los signos
y el referente figurativo y simbólico, cada vez más inaccesible. En paralelo, otros trabajos realizados en soportes documentales sí reflejan
ese referente que parece ocultarse en sus dibujos. Su obra tiene por tanto un carácter de fragmento en el que cada una de las partes parece
ser insatisfactoria y requiere de dispositivos que entrelacen los diferentes niveles aparentemente inconexos en una unidad gestual.
Los elementos que aparecen en la obra de Ignacio Sáez representan su realidad más inmediata y a la vez las condiciones de trabajo que se impone.
El trabajo establece una tensión entre una tendencia de carácter representativo y una tendencia performativa presente en soportes documentales como la fotografía o vídeo. Esta dicotomía tiene un origen natural en su práctica pictórica en la que las formas obedecen a un proceso gestual
en el cual la acción del cuerpo del artista tiene un resultado plástico. El trabajo de Ignacio Sáez consiste en una “educación” del cuerpo simultáneo
al sometimiento del mismo al signo pictórico que refleja el proceso de transformación que el artista desarrolla sobre símismo como individuo.
With a long trajectory, Ignacio Sáez has become a reference for future generations of artists in the Basque country. His influence is sustained
in the creative reality of an artistic community that seeks to differentiate itself from the particular industries that define contemporary art.
In the spacial deepnes of his drawings, patterns and vails are juxtaposed as intermediators between the flat reality of the signs and the figurative
and symbolic referent, which in turns becomes more inaccessible. Paralelly, other works arise from other more documentary supports which reflect this referent which seems to hide in his drawings. His work has a fragmentary character in which each one of its parts seems to be insatisfactory
and requires of other mediums to interlace with the different and apparently disjointed levels into a unique gesture.
The elements that appear in Sáez’s work represent his most immediate reality which at the same time portray the imposed conditions of work.
In this way, a tension between a tendency of representative nature and a tendency of performative presence in documentary supports like photography or video is established. This dichotomy has its natural origin in his pictorial practice in which form obeys to a gestural process in which the action of the artist’s body has a plastic result. Ignacio Saez’s work consists in a thorough “education” of the body, simultaneous to the submission of the same body to the pictroial sign that reflects the transformation process that the artist develops about himself as an individual.