Ian Waelder Is it like today?
La práctica de Ian Waelder explora la memoria y la huella aislando las historias materiales y el lenguaje en relación con su biografía, trabajando desde la poética del accidente y la recolocación de lo desechado. La exposición Is it like today? recopila una serie de trabajos recientes que inciden en la búsqueda del Opel Olympia, un coche de los años 30 que perteneció a la familia de su abuelo paterno, el pianista Federico (Friedrich) Waelder, y que le permitió huir de Alemania durante el nazismo.
A través de las obras que componen la muestra, Waelder ha llevado a cabo una investigación centrada en la genealogía familiar, la historia reciente y los paralelismos entre cuerpo y máquina. Esta línea de trabajo surgió como respuesta del artista al mudarse a Frankfurt en 2017 y darse cuenta de que es el primer miembro de su familia que vuelve a establecerse en el país germano desde el exilio de su abuelo, residiendo además a escasos 30 minutos de la fábrica original de Opel.
La primera parte de esta historia comenzó en 2020 tras encontrar una cinta que contenía una melodía de piano de su abuelo, hasta la fecha el único rastro existente de su música. Durante ese año, una vez al mes, Ian sintonizó esa grabación en una radio local de Frankfurt. Ya en 2021, realizó junto con su padre una serie de esculturas en arcilla copiando el modelo del coche, como una búsqueda a cuatro manos. Más recientemente, comenzó a buscar y adquirir partes originales del Opel Olympia, ahora esparcidos por diferentes lugares de Alemania y en mal estado.
Entre estas adquisiciones se incluyen un faro y un manual de uso del modelo de 1935, el mismo que perteneció a su familia. En este manual se pueden ver imágenes ilustrativas de los pasos a seguir para reparar la mecánica del automóvil, donde manos anónimas sujetan con cuidado diferentes piezas del coche. Estas fotografías, Waelder las imprime en acetato y luego recorta los gestos de esas manos, colocándolas en distintos lugares del espacio expositivo. De fondo escuchamos un silbido. Se trata de una grabación de 13 minutos donde Ian, en una sola toma, silba de memoria la melodía de piano de su abuelo. Con este sonido como cortina de fondo, dos faros originales del Opel Olympia de 1935 se mantienen en tensión a la altura de los ojos del artista, dándose la espalda y deslumbrando al visitante, complicando en un primer momento la visión y comprensión del propio objeto. La primera sala de la galería se divide en dos espacios que uno debe de atravesar. A un lado una escultura con un resto del molde usado durante el proceso de las esculturas hechas con su padre, que conservan sus huellas dactilares. El hueco invertido contra la pared frente a una nariz familiar deformada por la sombra que proyecta la luz del coche. En la segunda sala de la galería encontramos una escultura formada por dos restos de peanas donde el interior es usado para conservar la otra mitad del molde y una fotografía de la mano de su padre tomada mientras se hacía la escultura en su estudio. Esta obra, que incluye la palabra Torso en su título, se convierte en una suerte de cuerpo que hay que rodear para descubrir, sujeto por unas cajas metálicas de archivadores apuntando hacia lados opuestos. Al salir, una planta monstera en blanco y negro. Forma parte de una serie de retratos realizados a esta planta que fue regalada a sus padres el mismo día que Ian nació, y que sigue creciendo a día de hoy.